Tocar el cielo

Foto de Olaya Pazos
Durante años, lo más cerca que podía estar del cielo era cuando me montaba con mi padre en aquellos globos del parque de atracciones que giraban a toda velocidad dándome la impresión, en cada subida, de que llegaría a tocar las nubes panzudas con la yema de los dedos de la mano derecha mientras con la otra me aferraba al barrote y al presente, a esa tarde de sábado que estaba ahí con mi padre al lado: su voz grave, su intenso olor a calle y colonia, esa pelo entrecano como el que yo tengo ahora.

Iba a buscarme a casa a la hora de la comida y mamá me despedía apretándome con fuerza los cordones de los zapatos, subiéndome la cremallera del abrigo de un tirón y dándome sonoros besos que me humedecían los mofletes durante horas. Abría la puerta y me entregaba a él sin mirarle, sin hablar, uno parado y el otro ya en movimiento, como los atletas se pasan el testigo en una carrera de relevos, porque eso era yo al fin y al cabo, testigo y prueba irrefutable de que una vez se habían querido pero ya no quedaba entre ellos amor sino rastrojos.

Mamá me había aleccionado a la perfección y yo sabía que papá no era trigo limpio, que se la había jugado con una compañera del departamento de administración de la fábrica de aluminio en la que trabajaba y que tarde o temprano –como así fue– le perdería la pista entre el bullicio de la vida, pero yo no podía evitar sentirme feliz en aquel parque de atracciones, comiendo aquellos enormes helados que se retorcían como la llama olímpica o subiéndome a aquellos globos de colores en los que, con mi padre al lado, tan cerca estaba de tocar el cielo.


Texto de David Barreiro



5 comentarios:

  1. un día mas leo tus palabras y me llevan a soñar, a pensar que vale la pena seguir luchando porque llegara el día que podre tocar el cielo o por lo menos, tocar mi cielo particular... Gracias por generosidad literaria!

    una fiel seguidora

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    1. Gracias a ti por seguirnos.
      Un placer las palabras que nos dedicas.

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  2. Empiezo a seguiros ,creo me gustará

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    1. Gracias por seguirnos, nosotros también esperamos que lo disfrutes.

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  3. Cada día tengo más ganas de leer algo de David. Estos pequeños relatos lo único que hacen es abrirme el apetito. Me encantan y ya sé lo que va a caer en la feria del libro de este año.
    Y por cierto, nunca hago referencia a las fotos pero a lo mejor es que no tengo palabras para ello.
    Cómo podéis ser tan geniales???

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